La muerte de un bebé de seis meses de edad en Medellín a causa de la tosferina ha generado gran preocupación en el sector salud. Esta enfermedad, altamente contagiosa, afecta principalmente a los lactantes y puede tener complicaciones fatales si no se previene a tiempo. La mejor defensa contra la tosferina es la vacunación. Sin embargo, la falta de información, el temor a las vacunas y el descuido en los esquemas de inmunización han contribuido a que sigan ocurriendo casos graves.
¿Qué es la tosferina y por qué es tan peligrosa?
La tosferina es una infección bacteriana causada por Bordetella pertussis. Afecta el sistema respiratorio y se manifiesta con episodios de tos intensa que pueden llevar a dificultad para respirar, neumonía e incluso la muerte en bebés menores de un año. Los lactantes son los más vulnerables, ya que su sistema inmunológico aún es inmaduro y pueden sufrir complicaciones graves si no están protegidos con la vacuna.
La vacunación como mejor defensa para nuestros niños
La vacuna contra la tosferina está incluida en la vacuna pentavalente y en la DPT (difteria, tosferina y tétanos). En Colombia, el esquema de vacunación recomienda aplicarla a los 2, 4 y 6 meses de edad, con refuerzos a los 18 meses y 5 años. Además, las mujeres embarazadas deben recibir una dosis entre la semana 26 y 36 de gestación para brindar protección al bebé en sus primeros meses de vida.
El peligro de no vacunar
Casos como el del bebé fallecido en Medellín demuestran que la tosferina sigue siendo una amenaza real cuando no se siguen los esquemas de vacunación. La desinformación y el miedo infundado a los efectos secundarios de las vacunas pueden poner en riesgo la vida de los niños. Es fundamental que los padres comprendan que la vacunación no solo protege a sus hijos, sino que también evita brotes en la comunidad.
Conclusión
La tosferina es una enfermedad prevenible mediante la vacunación. La reciente tragedia en Medellín debe ser un llamado de alerta para los padres y cuidadores: vacunar a los niños a tiempo es un acto de amor y responsabilidad. No esperemos a que ocurran más casos fatales, llevemos a nuestros hijos a vacunar y protejamos su futuro.
