Varicela: un enemigo latente

La varicela, provocada por el virus varicela-zóster, representa un desafío persistente de salud pública. Aunque comúnmente afecta a la infancia, puede impactar a personas de todas las edades. Caracterizada por erupciones cutáneas y ampollas, la varicela puede resultar en complicaciones graves, especialmente en adultos y grupos vulnerables.

La varicela es una enfermedad altamente contagiosa causada por el virus varicela-zoster

Se caracteriza por una erupción cutánea con ampollas que pican. La enfermedad suele ser leve, pero puede ser grave, especialmente en bebés, adultos y personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Síntomas

Los síntomas de la varicela suelen aparecer de 10 a 21 días después de la exposición al virus. Los primeros síntomas incluyen:

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Cansancio
  • Pérdida de apetito

 

Unos días después de que aparecen los primeros síntomas, aparece una erupción cutánea. Esta suele comenzar en el pecho, la espalda y la cara y luego se extiende al resto del cuerpo. Las ampollas pican y pueden tardar hasta una semana en secarse y caerse.

En la mayoría de los casos, la varicela desaparece por sí sola en unas dos semanas. Sin embargo, pueden surgir complicaciones, como:

  • Infección de las ampollas
  • Neumonía
  • Encefalitis

Población de riesgo

La población de riesgo para la varicela incluye grupos que pueden experimentar complicaciones más graves en caso de contraer la enfermedad. Algunos de estos grupos son:

  1. Adultos no inmunizados: Los adultos que no han tenido varicela ni han sido vacunados tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones si se infectan.
  2. Mujeres embarazadas: La varicela durante el embarazo puede aumentar el riesgo de complicaciones para la madre y el feto, incluyendo el riesgo de anomalías congénitas.
  3. Recién nacidos: Los bebés nacidos de madres que tuvieron varicela cerca del momento del parto o inmediatamente después, tienen un riesgo elevado de desarrollar varicela grave.

Prevención

La mejor manera de prevenir la varicela es vacunarse. La vacuna contra la varicela es segura y eficaz. Se recomienda que todos los niños reciban dos dosis de la vacuna contra la varicela, una a los 12-15 meses y otra a los 4-6 años. Los adultos que no han tenido varicela ni se han vacunado también pueden recibir la vacuna.

Otras formas de prevenir la varicela incluyen:

  • Evitar el contacto con personas que tienen varicela.
  • Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón.
  • Cubrir las ampollas con vendas para evitar que se rasquen y se infecten.

Dónde consultar

Si cree que usted o su hijo pueden tener varicela, es importante consultar a un médico lo antes posible. El médico puede diagnosticar la enfermedad y recomendar un tratamiento para aliviar los síntomas.

En Vacúname IPS, nos apasiona la salud preventiva y el bienestar de las personas de todas las edades. Por eso, ofrecemos un servicio integral de asesoría y aplicación de vacunas, siguiendo los esquemas de vacunación recomendados por las autoridades sanitarias y adaptados a sus necesidades específicas.

Referencias

Centers for Disease Control and Prevention. (09 de Noviembre de 2022). www.cdc.gov. Recuperado el 04 de Marzo de 2024, de www.cdc.gov: https://www.cdc.gov/chickenpox/about/index-sp.html

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